En la Residencia La Solana trabajamos con un propósito claro: ofrecer a las personas mayores un hogar donde puedan vivir con dignidad, rodeadas de atención, cariño y un entorno natural excepcional. Ubicados en el pequeño pueblo de La Baña, en plena montaña leonesa, combinamos la cercanía de un ambiente familiar con la calidad de un servicio profesional centrado en el cuidado integral de nuestros residentes.
Somos un equipo comprometido con el bienestar físico, emocional y social de las personas mayores. Apostamos por un modelo de atención centrado en la persona, donde cada residente es único y nuestras intervenciones se adaptan a su historia, su ritmo, sus necesidades y sus deseos. Creemos en el envejecimiento activo, respetado y acompañado, por eso fomentamos la participación diaria, la autonomía en la medida de lo posible y el contacto humano constante.
La capacidad reducida del centro, con solo 31 plazas, nos permite mantener un trato realmente personalizado. Aquí, todos se conocen por su nombre, lo que crea un ambiente de confianza, calidez y seguridad. Tanto si la estancia es pública como privada, cada persona recibe la misma atención cercana, profesional y respetuosa.
En La Solana valoramos profundamente el papel de las familias. Sabemos lo importante que es para ellas confiar el cuidado de sus seres queridos a un equipo profesional, por eso mantenemos una comunicación fluida y sincera. Nos implicamos en cada ingreso, en cada proceso de adaptación, y acompañamos tanto a residentes como a sus familias durante toda su estancia.
Nuestra residencia no es un lugar de paso: es un hogar estable y acogedor, donde se vive con calma, se comparte en comunidad y se recibe atención continua. Porque creemos que la vejez puede y debe vivirse con calidad de vida.
