En la Residencia La Solana, cada espacio ha sido pensado para ofrecer un entorno acogedor, funcional y adaptado a las necesidades de las personas mayores. El diseño de nuestras instalaciones favorece tanto la autonomía como la seguridad, y crea un ambiente sereno donde los residentes pueden convivir, descansar y participar en actividades con total tranquilidad.
Contamos con dos amplias salas de estar, que funcionan como el corazón del centro: allí se realizan actividades de grupo, momentos de conversación, dinámicas sociales y también espacios de descanso. Son lugares cálidos, con luz natural y mobiliario cómodo, que invitan a compartir y sentirse en casa.
Nuestra sala de fisioterapia permite trabajar de forma individualizada en la mejora de la movilidad y el estado físico de los residentes. Es un espacio esencial para mantener la autonomía funcional y prevenir el deterioro físico, siempre bajo supervisión profesional.
El comedor, amplio y luminoso, ofrece un ambiente tranquilo y agradable donde disfrutar de las comidas diarias, preparadas en nuestra cocina de manera casera y con especial atención a las necesidades nutricionales de cada persona. Junto a él, contamos con un espacio destinado a peluquería, donde los residentes pueden cuidar su imagen personal y sentirse bien consigo mismos.
Además, disponemos de una sala de enfermería, preparada para atender cualquier necesidad médica o de control de salud de forma cómoda y eficiente. Y uno de los rincones más valorados es sin duda nuestro patio exterior, con vistas abiertas a las montañas leonesas: un lugar perfecto para leer, charlar, tomar el sol o simplemente disfrutar del silencio y el aire puro.
Todas nuestras instalaciones están pensadas para favorecer una vida activa, segura y confortable, respetando siempre la intimidad y las preferencias de quienes viven con nosotros.
El edificio cuenta con un patio exterior especialmente valorado por quienes viven en el centro. Es un espacio seguro, accesible y tranquilo, que permite disfrutar de momentos al aire libre, tomar el sol en los días cálidos o compartir una charla con compañeros o familiares.
La residencia cuenta con 31 plazas distribuidas en habitaciones confortables y luminosas, equipadas para garantizar el descanso, la intimidad y la seguridad de cada residente, tanto en modalidad pública como privada.
La residencia dispone de dos salas de estar acogedoras, un comedor amplio y luminoso y un patio exterior con vistas a la montaña, ideal para disfrutar del aire libre en un entorno tranquilo y natural.